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EL TERRITORIO ETNICO
El territorio étnico6
de los otomíes ha sido históricamente el centro de México. Desde la
época precolombina, los pueblos de habla otomangueana han habitado esa
región y se les considera como pueblos nativos de las tierras altas
mexicanas. De acuerdo con el cálculo de Duverger, es posible que los
pueblos otomangueanos se hayan encontrado en Mesoamérica por lo menos
desde el inicio del proceso de sedentarización, el cual tuvo lugar en el
octavo milenio antes de la era cristiana.7
La ocupación otomangue del centro de México remite entonces al hecho de
que las cadenas lingüísticas entre las lenguas otomangueanas se hallen
más o menos intactas, de modo que los miembros lingüísticamente más
cercanos de la familia se encuentre también próximos en el sentido
espacial. La primera fractura del grupo otomangueano ocurrió al
separarse las lenguas orientales de las lenguas occidentales. El brazo
occidental está compuesto por dos grandes ramas: los pueblos de habla
tlapaneco-mangueana y los de habla oto-pame. Entre estos últimos se
encuentran los otomíes, asentados en el Altiplano Central mexicano junto
con el resto de los pueblos que forman parte de la misma rama
otomangueana
Vestimenta
La vestimenta tradicional, de las mujeres del grupo otomí en el
estado de México, consiste en un chincuete o enredo de lana o de manta
muy amplio y largo, a manera de falda, de color blanco, azul, amarillo,
negro, con líneas verdes, anaranjadas y amarillas; y una blusa de manta o
de popelina de color blanco, de manga corta, con bordados de flores. Es
característico de la indumentaria otomí el uso del quexquémetl, de
algodón o lana en varios colores y toda la ropa es adornada con adornos
florales.
Actividad económica
En las temporadas "libres" del ciclo agrícola, los hombres y mujeres
otomíes emigran hacia las zonas metropolitanas de las ciudades de Toluca
y México, con objeto de emplearse en el sector secundario o terciario
de la economía, a fin de complementar sus ingresos. Las mujeres
generalmente se emplean como trabajadoras domésticas. La actividad
agrícola, particularmente el cultivo de maíz, constituye la principal
actividad económica de los otomíes; quienes, además, crían ovejas,
cerdos, vacas, caballos y especies menores como pollos y conejos, entre
otros, ya sea para autoconsumo o para la venta, sin que ello les genere
ingresos económicos suficientes. En diversos municipios, los otomíes se
dedican también a la producción y comercialización de artesanías y otros
productos útiles para el trabajo doméstico.
Otras cosas
Desde los años ancestrales se viene impulsado la producción de
artesanías de los pueblos hñähñus entre los cuales se hace alusión a los
tapetes de lana, los cuales son fabricados especialmente por las
mujeres otomíes del municipio de Temoaya. Los molcajetes y metates de
piedra negra se elaboran en San Pedro de los Metates, municipio de
Acambay; en la comunidad de Pueblo Nuevo, del mismo municipio, se hacen
bolsas de paja de trigo, sombreros, canastas y sillas de tule. En
algunas localidades de Toluca se hacen piezas de alfarería y ayates de
fibra de maguey; mient
Escritura de los otomíes
De los estudios realizados sobre la escritura de esta lengua, se
conoce que se extiende en una amplia parte de la República Mexicana por
los estados de Hidalgo, Veracruz, México, Puebla, Querétaro, Tlaxcala y
Guanajuato. Debido a la extensión y a la existencia de múltiples
variantes dialectales la enseñanza que impartían los profesores
bilingües del Departamento de Educación Indígena era a través de
alfabetos diferentes de región a región. Se tiene conocimiento de que
han existido reuniones en talleres interestatales entre los docentes
bilingües representantes de la Academia y de la población hñähñu,
pertenecientes a las distintas regiones y variantes dialectales de los
estados de Guanajuato, Hidalgo, Estado de México, Puebla, Querétaro,
Tlaxcala, Michoacán y Veracruz, con la finalidad de normalizar la
escritura otomí. Éstas se han realizado en los siguientes lugares: el
primero en la comunidad de Agua de Carrizo, San Pablito, Pahuatlán,
Puebla, en agosto de 2002; el segundo en la comunidad de Bomintza,
Tolimán, Querétaro, en abril de 2003; el tercero en la comunidad de
Tzicatlán, Texcatepec, Veracruz, en agosto de 2004; el cuarto en la
comunidad de Pueblo Nuevo, Acambay, Estado de México, en abril de 2005;
el quinto en la comunidad de Ixtololoya, Pantepec, Puebla, los días 2 al
4 de agosto de 2006; el sexto en Ixmiquilpan, Hidalgo, junio de 2007; y
el último en Cieneguillas, Tierra Blanca, Guanajuato, en julio de 2008.
En cada taller se obtuvieron resultados para contribuir al proceso de
sistematización de reglas gramaticales y normalización de alfabetos. El
documento donde se sintetizan estos avances se denomina Njaua nt’ot’i rä
hñähñu, contiene descripciones y reglas de uso del alfabeto,
explicaciones ortográficas, nociones gramaticales sobre la lengua otomí y
se anexan los acuerdos para el uso del alfabeto. Uno de los acuerdos
importantes plasmados en este documento es el de promover el uso de éste
alfabeto con la finalidad de que sea apropiado por los hablantes y los
procesos de lectura y escritura en otomí se realicen continuamente.
Estas reuniones han tenido el respaldo de las autoridades civiles,
estatales y educativas (Dirección General de Educación), lo cual permite
que la estandarización del alfabeto tenga una mayor difusión. Otro de
los acuerdos plasmados en este documento se resume en que las grafías
propuestas en los talleres anteriores se aplicarán para las producciones
escritas en otomí y en las didácticas de enseñanza y aprendizaje de la
lengua; y que los participantes mostrarán materiales para incrementar el
acervo escrito en la lengua otomí. Los resultados en el uso de éste
alfabeto se evaluarán dentro de 3 ó 4 años, según lo decidan los
participantes en el taller. Es importante anotar que los traductores de
la versión otomí de la Constitución Política del Estado Libre y
Soberano, han participado activamente en estos encuentros interestatales
para la consolidación y normalización del alfabeto hñähñu; la
traducción en la lengua otomí se escribe de acuerdo con el alfabeto
normalizado, producto de las reuniones antes citadas.
Historia
Los textos historiográficos sobre los pueblos mesoamericanos
de la época prehispánica han prestado muy poca atención a la historia
de los otomíes. Muchos siglos atrás, en el territorio que ocupaban los
otomíes a la llegada de los españoles florecieron grandes ciudades como Cuicuilco, Teotihuacan y Tula. Incluso, en la Triple Alianza que dominaba el llamado "Imperio azteca", Tlacopan heredó los dominios de Azcapotzalco,
con mayoría de población otomí. Sin embargo, casi nunca se mencionan
los otomíes como protagonistas de la historia mesoamericana
prehispánica, quizá porque la complejidad étnica del centro de México en
esa época no permite distinguir las contribuciones de los antiguos
otomíes de aquellas producidas por sus vecinos.9
Sólo hasta años recientes empieza a aparecer algún interés sobre el
papel que jugó este pueblo en el desarrollo de las altas culturas de la
Altiplanicie Mexicana, desde el Período Preclásico hasta la Conquista.